Existen sustancias contenidas en los alimentos, que promueven la salud. Es decir, que pueden ayudarnos a mejorar determinadas funciones de nuestro organismo.
Es aquí donde cobra sentido la famosa frase de Hipócrates:
Es el caso de los Fitoestrógenos:
Es aquí donde cobra sentido la famosa frase de Hipócrates:
Es el caso de los Fitoestrógenos:
Los fitoestrógenos son compuestos químicos, que se encuentran en los vegetales pero son similares a los estrógenos humanos (hormonas sexuales femeninas), y con acción similar (efecto estrogénico) u opuesta (efecto antiestrogénico) a éstos.
Los más conocidos son las isoflavonas que se encuentran habitualmente en la soja y en el trébol rojo. Y son las más activas y relevantes para el consumo humano.
Algunas de las propiedades de las isoflavonas son:
- Regulan el balance hormonal en la mujer; ya que tienen doble actividad estrogénica y antiestrogénica) pudiendo prevenir la osteoporosis y aliviar los síntomas de la menopausia.
- Son antioxidantes; por lo que protegen frente al desarrollo de cáncer de mama, próstata y endometrio.
- Inhiben el crecimiento de las grasas LDL, que obstruyen las arterias, es decir; la formación de ateromas y arterioesclerosis que suelen desembocar en infarto de miocardio.
- Reduce el colesterol; la proteína de soja actúa frenando la producción de colesterol en el hígado, bloqueando su absorción en el intestino y reduciendo su almacenamiento. Lo que se traduce en una reducción de los niveles de colesterol en sangre.
- Previenen la osteoporosis o descalcificación ósea, porque evitan, por el efecto estrogénico, la movilización de calcio de los huesos.
¿Dónde se encuentran?
Las isoflavonas se encuentran principalmente en la soja y todos sus derivados: leche, harina, tofu, miso, temphe, etc...
¿Cómo podemos comer la soja?
- Por ejemplo en forma de leche. No es necesario que sustituyas la leche de tu café, pero tal vez podrías tomar un vaso de leche de soja a media mañana o a media tarde o antes de acostarte.
- Podrías también tomarla en forma de yogures, hay mucha variedad y diferentes sabores, puedes sustituirlos por lo de la leche de vaca (o no) y tomarlos de postre o a media tarde.
- La legumbre de la soja es igual que cualquier otra legumbre que comemos normalmente. Podemos cocinarla de la misma manera que unas lentejas; por ejemplo, con patata y zanahoria.
- El tofu puedes añadirlo en trocitos a la ensalada, como si fuera queso fresco, o en las sopas.
- El miso se puede añadir a las sopas y le da un sabor muy agradable, se añadiría una vez hecha, se retira del fuego y es entones cuando lo añadimos.
- El tempeh se presenta en forma de pastel y su forma y textura es similar a la carne, por lo que puede añadirse a guisos, pastas, arroces, etc...
Es cuestión de ir probando.
De todas formas os iré dejando recetas en el blog con productos derivados de la soja para que os animéis!!