lunes, 4 de febrero de 2013

PELIGROS DE LA GRASA VISCERAL:



La grasa visceral es el tejido graso interno que envuelve el corazón, el hígado, los riñones y el páncreas. Se acumula en el abdomen, entre las vísceras, y hace aumentar el volumen de la tripa.

Por lo general afecta más a los hombres por razones genéticas, aunque el consumo de grasas saturadas, dulces y alcohol contribuyen notablemente a su acumulación, así como las dietas pobres en fibra, calcio y vitaminas. La falta de ejercicio es otra causa del aumento de esta grasa, así como el estrés.

Se comporta de manera diferente a la grasa subcutánea (debajo de la piel), ya que es realmente tóxica. Como el Dr. David Haslam, director clínico del Foro Nacional de Obesidad, explica: "La grasa visceral puede parecer una masa inerte de manteca de cerdo, pero en realidad es muy activa y genera un constante bombeo de sustancias tóxicas en el torrente sanguíneo”.

Es una grasa muy peligrosa, no sólo un problema estético, el tema está en que esta grasa genera sustancias tóxicas que dañan los órganos, dando lugar al conocido síndrome metabólico. Este síndrome lo sufren casi la mitad de las personas mayores de 60 años y aunque es más frecuente en hombres, a partir de los sesenta los porcentajes se igualan para ambos sexos.

La grasa visceral es metabólicamente activa y libera un potente cóctel de compuestos químicos y ácidos grasos que pueden alterar el funcionamiento de las hormonas en el cuerpo y ser la principal causa de enfermedades cardíacas e hipertensión, ya que endurece las arterias, diabetes; porque algunas de las hormonas producidas por la grasa visceral incrementan la resistencia a la insulina, y trastornos metabólicos en general. 

Las mujeres con elevadas cantidades de grasa visceral están especialmente en riesgo de desarrollar cáncer de mama o cáncer de colon.

La investigación incluso sugiere que la grasa visceral afecta el estado de ánimo mediante el aumento de la producción de la hormona del estrés, el cortisol y reduce los niveles de endorfinas que son las hormonas que nos hacen sentir bien.

Hay diferentes métodos para medir la grasa visceral, los más comunes incluyen la circunferencia de la cintura, la relación cadera-cintura, por bioimpedancia entre otras.

En mi consulta incluyo una medición completa de la grasa visceral por bioimpedancia para conocer exactamente el estado de salud de mis pacientes y un plan completo para reducirla eficazmente.


La grasa visceral es mucho más difícil de eliminar que la grasa subcutánea, pero podemos reducirla si ajustamos nuestra dieta a una que sea rica en alimentos con vitaminas y fitonutrientes, baja en grasas y calorías y haciendo ejercicio regularmente.