viernes, 30 de agosto de 2013

CUIDA TU FLORA INTESTINAL:

En nuestro intestino habita toda una flora compuesta por 100 billones de bacterias y levaduras beneficiosas que ayudan a la digestión y al mantenimiento de nuestras defensas.



La función que cumple es la fermentación de la dieta no digerible, como la fibra vegetal; y del moco producido por el epitelio intestinal. Además, en el tubo digestivo se producen ácidos grasos, vitamina D y K, que favorecen la recuperación y absorción de calcio, hierro y magnesio, y previenen la invasión de los microbios patógenos que ingerimos con los alimentos por el llamado efecto barrera.

Por tanto, la flora intestinal asegura el bienestar digestivo, nos protege frente a posibles infecciones y nos ayuda a digerir y asimilar ciertos nutrientes.

En definitiva, es una barrera de seguridad para nuestro organismo que conviene mantener sana.

Por desgracia, nuestra flora bacteriana puede verse alterada o mermada por múltiples causas: dieta inadecuada por efecto del estrés o de los desórdenes alimentarios, viajar y cambiar los hábitos alimenticios, cambios hormonales, tomar antibióticos o algún otro tipo de medicamento, el tabaco, el alcohol, café o algunas enfermedades.

Sabremos si tenemos nuestra flora intestinal dañada si tenemos molestias digestivas, gases, hinchazón, dolor de cabeza, mal aliento, diarreas o estreñimiento, y seguro, después de haber tomado antibiótico.



La mejor manera de recuperarla son, los probióticos; bacterias vivas que ayudan a repoblarla y restablecer el equilibrio, y las fibras prebióticas, alimento de las bacterias del intestino que estimulan su crecimiento.

Algunos hábitos alimenticios pueden ayudarnos a preservarla, como son: 
  • Comer despacio y a la misma hora. 
  • Masticar bien los alimentos y separa las tomas en cantidades pequeñas y frecuentes (5 comidas/día) evitando las comidas copiosas.
  • Evitar situaciones de estrés 
  • Reducir las causas que pueden alterarla: café, alcohol, bebidas gaseosas, medicamentos.
  • Caminar todos los días, ya que moviliza el intestino.
  • Beber 1,5l. de agua/día.
  • Comer abundantes frutas y verduras que poseen enzimas digestivas que ayudan a su alimentación.

Existen algunos alimentos que pueden aumentarla una vez dañada y son:
  • Rábano, aumenta la flora y combate las bacterias nocivas que provocan gases.
  • Chucrut, La fermentación de la col produce bacterias y enzimas beneficiosas para la flora.
  • Soja fermentada o miso, por su alto contenido en fibra.
  • Chocolate negro, por los polifenoles que favorecen la flora y tienen una acción protectora.
  • Yogurt, por supuesto. Aunque el problema con los yogures industriales es que los probióticos que contienen están ya muertos cuando llegan al estómago y no realizan su función. Si lo que queremos es reconstruir la flora con este método, es más recomendable tomar yogures caseros o kéfir.
También podemos ayudarnos con algún complemento a base de probióticos y prebióticos.