martes, 29 de octubre de 2013

QUEMA MÁS CALORÍAS CAMBIANDO DE HÁBITOS

Como ya explicaba en el artículo “Metabolismo basal” de este mismo blog, el Metabolismo basal es un conjunto de reacciones que nuestro organismo pone en funcionamiento para quemar la energía que necesita para mantener nuestra temperatura corporal, hacer funcionar nuestro corazón y nuestra respiración. A estas calorías debemos añadir las que gastamos mediante el movimiento y el ejercicio que hacemos a lo largo del día.


Muchas veces me decís en la consulta que os cuesta mucho adelgazar porque tenéis el Metabolismo lento y quemáis poco, y aunque si bien es verdad que poco podemos hacer para modificar nuestro Metabolismo basal; ya que éste depende de condiciones externas a nosotros, como son: peso, edad, estatura, clima, estado patológico, etc…; sí podemos aumentarlo con pequeños hábitos en nuestro día a día que nos ayudarán a no seguir cogiendo peso, si es tu caso, o a adelgazar con mayor facilidad si estás intentando perderlo.


Uno de los errores más comunes con los que me suelo encontrar es hacer sólo entre una a tres comidas al día, o también no desayunar. En primer lugar, alargar el ayuno nocturno, saltándonos el desayuno, produce que nuestro organismo consuma un 10% menos de energía, sin obviar el hecho de que vas acumulando hambre a lo largo de la mañana y llegas a la siguiente comida, hambriento. Por otro lado, cada vez que comes, gastas energía para realizar la digestión, de manera que contribuyes a quemar más calorías al realizar las 5 comidas recomendadas al día. Se calcula que hasta un 10% de la energía diaria.

Además el metabolismo es amante de los horarios, y si no comemos en un horario regular, se pone en “modo ahorro”, ya que no sabe cuándo va a ser la próxima vez que ingieras energía. En este sentido es muy recomendable también cenar pronto, ya que cuánto más tarde sea, menos calorías quemamos y más nos cuesta quemar lo que estamos comiendo.

Las dietas hipocalóricas y restrictivas también contribuyen a bajar el metabolismo basal, ya que el organismo no sabe que estás a dieta y como mecanismo de defensa, él también reduce las calorías que gasta al día de manera compensatoria. Lo mejor es mantener una alimentación equilibrada y coherente con tus necesidades.


Dormir más de 7-8horas al día o estar en reposo en el sofá, tampoco contribuye a quemar más. No se trata de ir al gimnasio, pero sí de salir a pasear, ir de compras, sacar al perro…cualquier gesto diario que hagas, te ayuda a mantener un peso saludable y hacer ejercicio regularmente.

Beber agua, ya que ayuda al proceso mediante el cual el cuerpo quema la grasa.

Consumir bebidas que activen el metabolismo sin que nos afecten en otro sentido; como son las infusiones de té verde, té rojo, mate, café verde…

Consumir la cantidad diaria recomendada de proteínas, ya que nuestro organismo consume más energía cuando digiere proteínas que cualquier otro tipo de nutriente.

Sin embargo, comer hidratos de carbono en exceso contribuye a engordar, ya que si no lo quemas, se acumulan en el depósito graso. Hay que comer los necesarios dependiendo de tu actividad física.

Aumentar la masa muscular también aumenta nuestro metabolismo. Algo que podemos hacer sin necesidad de ir al gimnasio es consumir alimentos ricos en cromo, como son: mejillones, nueces, dátil, pera, langostinos, tomate…

Los alimentos que aportan yodo también ayudan a aumentar el metabolismo, ya que este mineral ayuda a regular la glándula de la tiroides, que es la encargada de mantener nuestro metabolismo basal activo. Cualquier pescado o marisco contiene yodo, pero también las algas, las cuales son muy nutritivas y podemos ir añadiéndolas en nuestra alimentación a través de las sopas, ensaladas, wok, etc, …

Algunas especias también aumentan las calorías que quemamos, haciendo que aumente nuestra temperatura corporal. Es el caso de la cayena, el jengibre, curri, ajo, clavo, etc…


Hay ciertos fármacos (tranquilizantes, antidepresivos, etc…) que disminuyen el metabolismo basal; con esto no quiero decir que dejes de tomarlos si te lo ha recomendado tu médico, pero es bueno que lo sepas para contrarrestar sus efectos.