El agua es
vital para la supervivencia del ser humano. Nuestro cuerpo está formado por un
60% de agua y cumple numerosas funciones:
- Regula la temperatura corporal,
- disuelve y transporta las sustancias nutritivas a las células (el 92% de la sangre es agua), y mantiene el volumen de la sangre,
- protege e hidrata nuestras mucosas y órganos vitales,
- ayuda a convertir los alimentos en energía,
- ayuda a absorber los nutrientes,
- elimina las sustancias desechables y las toxinas, limpiando nuestro organismo,
- amortigua las articulaciones,
- y ejerce una función esencial en el balance hidroelectrolítico.
Por todo ello
el agua es necesaria para mantener la salud.
Un hombre
adulto debe de beber aproximadamente 2 l de agua al día.
Para que las
funciones vitales se desarrollen con normalidad, el cuerpo humano precisa
eliminar diariamente más de un litro de agua de su constitución a través de la
orina y el sudor principalmente. Para
restablecer el equilibrio, el hombre tiene que reponer esas pérdidas bebiendo
agua, directamente, o ingiriendo otros
líquidos o alimentos que la contengan. De lo contrario, se inicia el proceso de
deshidratación. Un hombre puede estar sin comer alimentos sólidos durante 20 ó
30 días. Sin ingerir agua, sólo 3 ó 4.
¿Qué pasa si no bebemos la cantidad de
agua recomendada?:
No nos vamos
a morir de una deshidratación, pero…
Si no bebes
suficiente agua no estás obteniendo todos los nutrientes beneficiosos de los
alimentos que consumes, podrías padecer estreñimiento y hacer trabajar
excesivamente a tus riñones porque no están suficientemente hidratados, puede
verse afectado el proceso de evaporación de la piel que tu organismo utiliza
para mantener fresco, no llega el suficiente alimento a tus células y órganos,
lo que se traduce en un funcionamiento deficitario de todo tu cuerpo y por
último, se acumularían desechos y toxinas en tu organismo, que acabarían
intoxicándolo. Lo que se traduce en dolor de cabeza, falta de concentración y
fatiga, etc …
Y … ¿por qué el agua es necesaria para
adelgazar?
Beber de 1,5
a 2 l de agua al día, no sólo nos mantiene saludables, sino que nos ayuda a
perder peso por varias razones.
La primera
razón y más obvia, es porque calma el apetito, ¡pruébalo! Cuando tengas hambre,
bebe dos vasos seguidos de agua, ya verás como se calma; es debido a que tu
cerebro no distingue entre hambre y sed y muchas veces lo que ocurre es que si
no estás consumiendo agua suficiente cada día y tienes sensación de hambre, lo
más probable es que tu cuerpo realmente esté pidiendo agua.
Estudios
recientes han demostrado que un mayor consumo de agua, ayuda a aumentar el metabolismo
y por tanto las quema de calorías. Según el equipo dirigido por Michael
Boschmann, del centro de investigación clínica Franz-Volhard de Berlín este
efecto, aunque real, no deja de ser modesto, por lo que el aumento de consumo
de agua sólo debe ser considerado como un factor coadyuvante más en el marco de
un plan de adelgazamiento serio.
Pero… ¿exactamente qué es la retención
de líquidos y cómo sé yo que la tengo?:
Es un
trastorno metabólico que consiste en la acumulación de agua en el organismo.
Se produce
por un desequilibrio en el nivel de líquidos del organismo, cuando los vasos
sanguíneos vierten demasiados líquidos sobre los tejidos corporales o cuando
estos líquidos quedan retenidos en los tejidos y no vuelven a los vasos
sanguíneos.
Normalmente
esta acumulación se produce en el vientre, piernas y en las manos.
Las causas
son muy variadas, desde enfermedades, el embarazo, la edad, la mala
circulación, trabajos que obligan a permanecer varias horas de pie....
¿Qué puedo hacer para evitarla?
Lo
fundamental y más obvio es ingerir al menos 1,5 l de agua al día, mejor si son
2.
Intentar no
permanecer muchas horas seguidas de pie o sentado, y si eso no es posible,
hacer miniejercicios de piernas de vez en cuando, como ponernos de puntillas
varias veces seguidas (tanto de pie como sentado), no permanecer cerca de
fuentes de calor que empeoran la circulación, disminuir la ingesta de sal, evitar
el alcohol, el tabaco y a ser posibles algunos medicamentos como los
antiinflamatorios y tomar alguna infusión de plantas diuréticas (cola de
caballo, estigmas de maíz, diente de león) o algún complemento alimenticio que
las contenga, en las épocas de más calor, durante la menstruación, o cuando te
sientas más hinchada.
Hasta la
próxima y si te ha gustado……SÍGUEME!