lunes, 21 de julio de 2014

¿QUÉ LE ECHO A LA ENSALADA?

Con la llegada del verano y las altas temperaturas, el cuerpo nos pide más agua, más frutas, más verduras, y sobre todo, más ensaladas.


Las ensaladas es un recurso muy saludable para preparar platos completos y muy nutritivos.
Podemos usarlas de acompañamiento, de primer plato o de plato único, en cualquier caso, no debe faltar en nuestra mesa en verano.

Pero ¿qué podemos echarle para que no sean siempre iguales?

Hay multitud de recetas de ensaladas en internet que puedes buscar si quieres hacer ensaladas diferentes y originales. Pensad que siempre que le echemos cualquier tipo de proteína, ya sea carne como pollo o pavo, pescado como atún o bacalao, queso o huevo, ya tendríamos una ensalada completa  que podemos considerar como plato único en las cenas.
Lo mismo pasaría si recurrimos a los hidratos de carbono como la patata, las legumbres o la pasta, que al combinarlas con proteínas, podemos considerarlo como una buena opción de plato único en la comida del mediodía. Eso sí, no debemos excedernos tampoco con los hidratos de carbono si no realizamos ejercicio físico. Como mucho 2 ó 3 veces por semana, y una de ellas deberá ser legumbre.

Lo que también podemos hacer es aprovechar las ensaladas para introducir alimentos muy nutritivos y que normalmente no comemos; como por ejemplo:

  • Rabanitos: crudos y cortados en rodajas dan color y originalidad a las ensaladas y sus propiedades terapéuticas bien merecen que los introduzcamos en nuestra alimentación. Se les reconoce propiedades depurativas, antioxidantes, diuréticas y hepatoprotectoras. Además es rico en potasio, folatos (imprescindible en el embarazo) y vitamina C.

  • Aguacate: El aguacate es una fruta olvidada porque siempre nos han dicho que engorda por su alto contenido en grasa, pero lo cierto es que si echamos poca cantidad pero lo comemos a menudo, podemos aprovecharnos de sus múltiples propiedades sin engordar. Es beneficioso para el corazón y reduce los niveles de colesterol en sangre por su contenido en omega-3, contiene vitamina E que actúa como antiinflamatorio y antioxidante, por su contenido en grasa y en fibra que nos sacia rápidamente. Por último, también es beneficioso para el sistema nervioso por su contenido en vitamina B y para la piel.
  • Brotes de soja, alfalfa, etc...: los brotes son el resultado de la germinación de los vegetales. Se pueden introducir en nuestra alimentación como ingrediente en las ensaladas y es un alimento muy interesante desde el punto de vita nutricional ya que conserva una gran cantidad de vitaminas y minerales debido a su proceso de elaboración. Los brotes de soja por ejemplo, aportan vitamina C que refuerza el sistema inmunitario y aporta propiedades antioxidantes, contiene isoflavonas que ayudan a la regulación hormonal del ciclo de la mujer, y ayuda a regular el colesterol por su contenido en lecitina. Los brotes de alfalfa son ricos en calcio y fósforo, por lo que protege nuestros huesos, refuerza el sistema nervioso por su contenido en vitaminas del grupo B, y ácido fólico imprescindible en el embarazo.

  • Semillas de sésamo: Su gran contenido en calcio y hierro la convierten en un alimento muy interesante en época de crecimiento, para las anemias y para la tercera edad. Aportan ácidos grasos poliinsaturados que reducen el colesterol en sangre y vitaminas del grupo B y vitamina E.
  • Semillas de lino: contiene omega-3, es un alimento muy útil en el estreñimiento por su contenido en mucílagos y además son antioxidantes.
  • Vegetales de hoja verde: canónigos, espinacas, berros, rúcula, etc... son ricas en fibra, clorofila, vitaminas y minerales. Al comerlos crudos, mantienen en gran parte su contenido en estos nutrientes. Por lo mismo no debemos dejarlas mucho tiempo en agua al lavarlas para que no se pierda su contenido en vitaminas hidrosolubles.

Como veis, podemos aprovechar las ensaladas para beneficiarnos de estos pequeños tesoros que nos aporta la naturaleza y que normalmente no comemos.