Siempre hemos oído que comer despacio es más saludable, y así es.
Hay varias razones por las cuáles debemos tomarnos nuestro tiempo para comer.
En primer lugar hay una mera razón mecánica: al comer despacio trituramos más los alimentos con los dientes, lo que se traduce en una mejor digestión, ya que los alimentos pasan al tubo digestivo en porciones más pequeñas y más fáciles de disolver por parte del ácido de nuestro estómago.
Además, nuestra saliva contiene enzimas que ayudan a una primera digestión de los alimentos, pero también tiene una función antibacteriana que actúa como una primera barrera sobre las bacterias, de manera que cuánto más tiempo mantengamos en la boca el alimento, mejor.
Por otro lado, el estómago va vaciando los alimentos que vamos ingiriendo hacia el intestino. Si comemos deprisa, no le damos tiempo a que los vaya expulsando, y tiene que contener todo lo que comemos de una sentada. Lo que puede provocar un problema tan común como la hernia de hiato.
Podemos decir entonces que si comemos despacio haremos mejor la digestión, evitaremos posteriores síntomas digestivos: gases, acidez, ardores, etc... y prevenimos varios trastornos gastrointestinales.
Pero hay otra razón también, por la que nos interesa dedicarle tiempo a la comida; y es que: COMER DESPACIO, ADELGAZA.
Hay numerosos estudios que lo demuestran y las razones son obvias.
Sucede que cuando comemos despacio, somos más conscientes de lo que comemos, por tanto favorece el control de lo que comemos.
Por otro lado, desde que empiezas a comer hasta que los alimentos pasan a la sangre, pasa un tiempo. Y cuando llegan, nuestro cerebro pone en funcionamiento el control de saciedad, que nos dice que ya estamos llenos. Si comemos deprisa, comeremos mucha más cantidad de comida durante este período de tiempo, y estaremos, sí,saciados, pero también habremos comido mucho más, que si hubiéremos comido despacio.
Se calcula que desde que empiezas a comer hasta que tu cerebro te dice que estás saciado, son 20 min... asi que...echa la cuenta!
Se hizo un estudio publicado en la revista
Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics con dos grupos de personas a los que se pidió, en una comida que se tomaran su tiempo para comer, haciendo pausas entre bocado y bocado, dejando el cubierto cada vez que se metían alimentos en la boca y en la otra, que comieran como si tuvieran que hacer algo después.
Lo que comprobaron los investigadores fue que, en los dos grupos, la comida más lenta les sació más, comieron menos cantidad y se sentían menos hambrientos una hora después de ella. También consumieron más agua. "La mayor cantidad de agua probablemente causó una distensión del estómago y puede haber afectados al consumo de alimentos", afirma Meena Shah, del departamento de Kinesiología de la Universidad Cristiana de Texas (EEUU).
Y éste otro estudio de la doctora Kathleen Melanson, de la University of Rhode Island, en Kingston, fué aún más concluyente, cuando al pedir a un grupo de personas que comieran una comida muy rápido y otra muy despacio (les pusieron incluso una cuchara grande en el primer caso y una pequeña en el segundo), se comprobó, que cuando hicieron la comida deprisa ingirieron: 646 calorías en 9 minutos, y cuando comieron despacio, consumieron: 579 calorías en 29 minutos.
Las conclusiones serían las mismas que el anterior estudio, los individuos se sentían más plenos y satisfechos en el segundo caso, incluso una hora después de comer.
Evidentemente hay muchas personas que por horario o por trabajo no tienen tiempo para hacer una o dos comidas al día con tiempo, pero el resto podemos hacerlas tranquilamente y disfrutando de la comida.
En realidad es una cuestión de hábitos, y cómo cualquier otro hábito, podemos cambiarlo poco a poco y siendo consciente de querer hacer ese cambio.
Algunos consejos para comer más despacio, pueden ser:
- Mastica bien cada bocado, intentando percibir los sabores de cada ingrediente del plato. Esto concentrará tu atención en lo que comes.
- Bebe agua entre un bocado y otro.
- Deja los cubiertos tras cada bocado sobre el plato.
- Come siempre sentado a la mesa.
- Come sin distracciones, es decir, lejos del ordenador, o de la tele.
- Consume más fibra, que te ayudará a sentirte saciado.